Crítica de la religión psicoanalítica clásica: la religión del Deseo (I)
Tomado del muro de Hervé Hubert.. para aquellos a quienes le interese descifrar, en este conciso pero profundo análisis, el significado de religión del deseo ( Freud) y la total negación de "vida espiritual" desde el particular punto de vista del psicoanálisis..
Graciela Garza
Crítica de la religión psicoanalítica clásica: la religión del Deseo (I)
En esta columna iniciada para nuestra formación sobre la práctica de la transferencia social, “Crítica a la Religión Psicoanalítica Clásica”, señalé “dos cosas religiosas que perduraron” en el psicoanálisis, la religión de la estructura y la del Deseo.
Después de la religión de la estructura del mes pasado, se trata pues de abordar la del Deseo. Creo que superpondré la pregunta varias veces ya que es crucial, pero difícil debido a las mismas contradicciones que conlleva en su abstracción.
La cuestión del deseo está en efecto en el fundamento del psicoanálisis. Freud en 1900 construyó su teoría psicoanalítica sobre los sueños, con la publicación de su obra fundamental Traumdeutung, el significado de los sueños. Lo recordaba nuevamente en 1922 en un artículo sobre el concepto de inconsciente: “El psicoanálisis se basa en la teoría de los sueños; la teoría psicoanalítica de los sueños representa la parte más completa de esta joven ciencia”. El postulado de esta teoría es muy claro: "El sueño es la realización de un deseo". Freud da al sueño el carácter de un "hecho psicológico" y por tanto también al deseo, su realización. El enfoque de Freud tiene primero un lado concreto de este tema: conecta el sueño con la persona que lo produce y no considera el sueño como un simple producto del órgano cerebral. El sueño tiene pues un significado ligado a un deseo y el sueño es una producción individual concreta. Politzer lo subraya "Podríamos personificar el deseo y convertirlo en el Deseo (...) Obtendríamos entonces una teoría general y abstracta del deseo onírico". Politzer prosigue "(...) se diría entonces que la imaginación transpone el pensamiento a un escenario de deseo, pero al escenario de cualquier deseo, siempre que sea uno, porque, se añadiría como axioma, el Deseo busca para realizarse… Podríamos entonces elaborar un simbolismo donde la imaginación se apoderaría de los pensamientos desde el punto de vista del deseo posible » Freud no cayó en esta abstracción teórica donde el deseo sería obra de un juego libre de la imaginación al servicio del Deseo, insiste Politzer (1).
No es el caso de Lacan y sus discípulos donde la abstracción del Deseo se multiplicará. Esto es tan frecuente en la práctica del enunciado teórico que este deslizamiento hacia el deseo posible abstracto se torna "natural". Este es el primer hito hacia la religión psicoanalítica del Deseo. Freud se le escapa, pero nace en él otro giro teórico. Interpreta el contenido manifiesto del sueño para llegar al contenido latente del sueño y cree poder afirmar: el deseo es tanto el contenido como el motivo del sueño. Freud da primacía al contenido latente y por tanto al inconsciente: “(…) el sueño es siempre realización del deseo, porque proviene del sistema inconsciente que no tiene otra meta que la realización del deseo, y que no tiene otra fuerza que la del deseo. ¡El ensueño explicativo indicará Politzer!
Aquí hay dos puntos que hacen una fácil conexión entre la religión del Deseo y las de la abstracción y el inconsciente, religiones que ya han sido discutidas en este blog.
La religión del deseo facilita metas abstractas al servicio de la exigencia moderna: la hipótesis de la vida interior que siempre da la ilusión de vida y progreso espiritual en la civilización de la abstracción capitalista. Contra la evidencia insuperable de lo "natural", diré pues: la vida interior no existe, el pensamiento vive en una relación social.
Hervé Hubert (traduction Graciela Garza)
(1) Georges Politzer, Crítica de los fundamentos de la psicología, PUF, 1968, p 61-62, París.
Illustration : ©Albert Baertsoen
Comments