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ANÁLISIS PSICO SOCIAL PRÁCTICO Y TRANSFERENCIA SOCIAL DE IDEAS (1 Parte)


Existe una transferencia entre los seres humanos sociales y esta transferencia es la prueba que lo que sucede entre los seres humanos está en continuo movimiento. Nosotros los seres humanos estamos inmersos en un movimiento en el que hay algo que trasportamos adentro.


La noción material de transferencia social aparece en el uso más actualizado de la palabra transferencia en la sociedad: transferencia de fondos, transferencias financieras, transferencias de jugadores de fútbol. Se trata, por tanto, de una transferencia de valores materiales y estos valores están implicados en un proceso de intercambio en el que la función del valor de cambio está fuertemente exigida. Esto ilustra muy rápidamente el funcionamiento de la transferencia social en la que vivimos y de la que somos prisioneros en su funcionamiento, que es la base de lo que he llamado la Dictadura del Capital (1) que tiene muchos aspectos en la vida cotidiana social.


En el contexto del funcionamiento social de la civilización capitalista, somos agentes, efectos y productos de las relaciones sociales de producción. Somos agentes ya que participamos en este movimiento, somos sus efectos y sufrimos el fetichismo de este sistema a través de los efectos del automatismo, anonimato y la pasividad, por ejemplo, somos los productos sociales fabricados incluso hasta en nuestros valores de expresión personal. Somos poco conscientes de estas maniobras y vivimos en la inconsciencia del hacer (2)


Estamos implicados como agentes, actores sociales, sin posibilidad de ver los efectos y las consecuencias de lo que hacemos debidos al fetichismo capitalista, de la alienación capitalista concreta.


Esta falta de conocimiento (inconciencia del hacer) exige, por lo tanto, una relación personal y colectiva con la conciencia y con las ideas. Al considerar el ser humano como un ser social en nuestra práctica de análisis psico social, utilizamos a Marx más bien como un instrumento práctico y no ideológico o filosófico.


En la ideología alemana, escrita en colaboración con Engels en 1845, Marx analiza la ideología alemana en su especificidad y su historia, pero también a partir de la ideología en general.


Con respecto a nuestro trabajo acerca de las contradicciones (3) tenemos aquí una pista de trabajo fundamental. Queremos subrayar que las contradicciones son la fuerza motriz de la historia individual y colectiva.


Lo que Marx expreso` al principio del texto tal vez parezca contradictorio. Él hace de la producción de las ideas "el lenguaje de la vida real". Afirmando que: "La producción de las ideas, de las representaciones y de la conciencia es, ante todo, directa y íntimamente mezclada con la actividad material y con el comercio material de los hombres, es el lenguaje de la vida real". De este pasaje se ha considerado a veces de manera exclusiva que la producción de las ideas es el idioma de la vida real. Esta sería una manera de eliminar la contradicción.


Marx continúa diciendo: "Las representaciones, el pensamiento, el comercio intelectual de los hombres también aparecen aquí como la emanación directa de su conducta material. Lo mismo ocurre con la producción intelectual tal como se presenta en la lengua de la política, la de las leyes, de la moral, de la religión, de la metafísica, etc., de todo un pueblo. Son los hombres los protagonistas de todas sus representaciones, de sus ideas, etc., pero los hombres verdaderos, que actúan, están condicionados por el desarrollo de sus capacidades productivas y de las relaciones que les corresponden, incluyendo las formas más amplias que estos pueden tomar. La conciencia nunca puede ser otra cosa que ser consciente [11] y el ser humano es su auténtico proceso de vida real. Y si, en toda la ideología, los hombres y sus relaciones nos parecen colocados cabezas abajo como en una cámara oscura [12], este fenómeno se desprende de todo su proceso de vida histórica, de forma absoluta como la inversión de objetos en la retina se desprende de su proceso de vida directamente física."


Las ideas surgen después como producciones provenientes de la vida material pasada (vivida), el resultado de la vida social. Y para el APPS es oportuno empezar el análisis práctico desde la transferencia social hacia lo mental, de una transferencia de las condiciones de la vida social y de la experiencia social hacia la elaboración del sufrimiento psíquico.


Utilizamos el epílogo de Marx en la segunda edición alemana del Capital sobre la transmisión dialéctica: "Mi método dialéctico no solamente es distinto en cuanto a contenido del método hegeliano, sino que es exactamente lo contrario. Para Hegel el movimiento del pensamiento, que él personifica con el nombre de idea, es el demiurgo de la realidad, que no es más que la forma fenomenal de la idea. Según mi opinión, el movimiento del pensamiento no es más que el reflejo del movimiento real, trasportado y trasladado al cerebro del hombre”.


Se trata en este caso del impulso teórico opuesto a "la producción de ideas es el lenguaje de la vida real" que destacamos al principio de este artículo. Ese impulso opuesto se refuerza por la inversión de la relación entre lo que Marx llama "vida" y "conciencia". Él invierte el postulado que hacía creer a los hombres que la conciencia determinaba la vida. Según las ideas que tengan en la cabeza, los seres sociales organizarían sus intercambios, sus relaciones económicas, sus vínculos con el poder de su mundo material. Así es como el prejuicio dominante sigue funcionando hoy en la psicología, y la psiquiatría, pero también en la vida social ordinaria: las ideas organizarían el mundo.


Esta es una importante prioridad práctica en nuestras análisis individuales o colectivas. En nuestros singulares encuentros transferenciales con personas que vienen a expresar sus sufrimientos y a presentar una queja en el mundo del que denuncian el desorden, además de su parte de responsabilidad en este desorden que afecta a la persona, se tratará, teniendo en cuenta lo que acabamos de decir, la constatación que no son las ideas las que lo organizan el mundo. Y esto es primordial, el análisis de la situación concreta de una persona que comienza por una idea o por una configuración ideológica daría lugar a callejones sin salida e incluso catástrofes.


Sin embargo, hay que tener cuidado. Muchas personas inspiradas por Marx deducen que la ideología y las ideas representan la relación imaginaria de los hombres con sus condiciones reales de existencia. Sólo habría que interpretar este imaginario para encontrar bajo su representación imaginaria del mundo, la realidad misma de este mundo. Esta interpretación de inspiración lacaniana no permite la transformación de las posibilidades. Al principio del prólogo de la ideología alemana, Marx sostiene: "Los hombres siempre tienen ideas falsas sobre si mismos, sobre lo que representan, sobre lo que son o sobre lo que deberían ser. Los hombres construyeron sus relaciones de acuerdo con la representación que tenían de dios y del hombre normal. Estos productos de sus cerebros han crecido hasta dominarlos en toda su magnitud”.


Podemos deducir que la solución a la cuestión ideológica no se encuentra en el hecho de que bastaría con oponer una verdad a las falsas representaciones. Se trata de comprender qué es lo que lleva al dominio de las ideas en la vida humana. Esto supone una lección que permite una orientación de emancipación en el intercambio humano y es la consecuencia de hacer que las preguntas entren en relación.


Por lo tanto, tenemos dos axiomas que se expresan: "el movimiento del pensamiento no es más que la reflexión del movimiento real, trasportado y trasladado en el cerebro del hombre", y "el análisis concreto sobre la situación de una persona que partiría de la idea o de su configuración ideológica conduciría a callejones sin salida e incluso a catástrofes". Esta es nuestra brújula en la práctica. Sin embargo, esta la brújula debe tener en cuenta el lugar que ocupan las ideas en la vida dentro de los movimientos que se contradicen con nuestros axiomas fundamentales.


Las contradicciones son el principal motor de la vida social. Hay que analizarlas para superar las dificultades ligadas a las posiciones oscilatorias que generan. Marx en este contexto nos proporciona dos instrumentos. La frase "La producción de ideas, representaciones y conciencia está ante todo directa e íntimamente mezclada con la actividad y el comercio materiales de los hombres, es el lenguaje de la vida real" es muy rica y significativa. Marx no separa aleatoriamente las dos posiciones que hemos enfatizado: "el movimiento del pensamiento no es más que la reflexión del movimiento real, trasportado y trasladado al cerebro del hombre", de un lado, y "la producción de ideas es el lenguaje de la vida real", del otro.


Con su frase "La producción de ideas, representaciones y conciencia está ante todo directa e íntimamente entrelazada con la actividad y el comercio materiales de los hombres, es el lenguaje de la vida real" él no separa las dos posiciones más bien las combina y nos proporciona así una orientación de trabajo. Las contradicciones deben analizarse en primer lugar, en la combinación de los elementos comunes y no en sus oposiciones. Allí está el movimiento vital, la transferencia social como fundamento real nos permite el análisis concreto de la situación real y las teorías que se oponen y separan provienen de posiciones ideológicas descriptivas fijadoras.


Las teorías de la inversión creadas por Marx son también muy importantes y han dado lugar a interpretaciones reductoras, ya sea para elogiarlas o para denunciarlas, en particular por su expresión "cabeza abajo", en las que se trataría de reestablecer una forma mecánica. Si retomamos la frase de Marx "En toda ideología, los hombres y sus relaciones se nos parecen colocado cabeza abajo como en una cámara oscura", la sutileza expresada debe guiarnos. Los movimientos que expresa Marx no son mecánicos, si no dialécticos, la comparación con la cámara oscura introduce un elemento de transferencia esencial: más que la tradicional etapa del espejo, hablaremos de una transferencia visual.

Por lo tanto, esta característica visual de la transferencia social es fundamental y lo desarrollaremos en nuestro próximo artículo.


Dr Hervé Hubert

Traducido por Sade Fleites Marrero


©Sonia Delaunay

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